lunes, 2 de abril de 2012

SUPREMA CORTE

¿Qué pensar y qué decir a propósito del pronunciamiento de la Suprema Corte en el que se confirma la sentencia de un Tribunal Inferior autorizando un aborto?
Que es de lamentar que los más altos magistrados encargados de administrar justicia en el país hayan demostrado al así hacerlo una inocultable ignorancia junto con una intolerable soberbia.
¿Ignoran ¡todavía! que lo que en esos casos, como en todos los demás embarazos, lo que se oculta en el seno materno es un ser humano, distinto desde el punto de vista genético de la persona de su madre? ¿Y que por lo tanto no puede ser “parte de mi cuerpo”, como dicen algunas mujeres? ¿Y que por ende, ese ser humano, como todos los que se hallan en tal situación, no puede ser privado del derecho a la vida por haber sido allí colocado contra la voluntad de la mujer violada, y ciertamente sin culpa alguna?
Por otro lado, ¿qué alto poder salvo el por ellos mismos asumido ha conferido a esos magistrados la facultad de decidir entre dos vidas inocentes cuál de ellas debe suprimirse?
A todo lo cual ha de agregarse una insólita intromisión en un terreno – el legislativo- que no les es propio. Y en el que en ninguna circunstancia le es lícito incursionar.